Escuela de fotografía de Gamleby, Suecia
La escuela de fotografía de Gamleby se encuentra ubicada al sur de Suecia, en un pequeño pueblo del mismo nombre, Gamleby. Los estudiantes de fotografía residen en el internado de la escuela durante un período de un año.
El curso que se imparte en el lugar se llama fotografía gestáltica y está dirigido a aquellos que desean trabajar artísticamente con la fotografía y los prepara para estudios en una escuela de arte. En la escuela, se dispone de acceso a cámaras, estudio, cuarto oscuro y equipo de edición las 24 horas del día. La mayor parte del curso se centra en proyectos individuales que permiten desarrollar una forma propia de contar historias. Se trabaja en torno al fotolibro, libro de artista, exhibiciones, análisis y técnica. Entre los encargos, destaca la realización de una revista en el segundo semestre, para la cual los estudiantes deben buscar auspicio, diseñar y distribuir.
El equipo docente está compuesto por cuatro fotógrafos de base, Nicolás Wormull, Simon Mlangeni-Berg, Hannah Modigh y Lotta Törnroth. Además de fotógrafos y artistas destacados como Anders Petersen, Anna Clarén y Björn Dawidsson, entre otros, quienes son invitados durante el año para realizar talleres y hablar sobre sus procesos creativos. Se realizan numerosas visitas a galerías y museos de arte contemporáneo como preparación para finalmente trabajar en torno a un proyecto final que se expone en una galería reconocida en Estocolmo.
Ansikten/Faces
Por Rita Wigzell
Ansikten/Faces es un proyecto en el que fotografié a mujeres que conocí en la calle o que encontré entre las amigas de mi madre y mis amigas. Provienen de diferentes partes de Suecia y tienen edades diferentes; algunas mayores, otras más jóvenes, aparentemente sin un hilo conductor que las conecte. Fotografiadas de una manera en la que el entorno y la personalidad se difuminan, en lugar del contexto real del sujeto, las caras han tenido que encontrar un hogar en la serie de la que forman parte. Juntas forman una familia de mujeres.
Estas mujeres, tal vez en el momento en que fueron puestas juntas, han dejado de ser ellas mismas como individuos y en su lugar se han convertido en algo ampliamente humano y arquetípico. No las conocemos, ni se nos permite hacerlo. Pero de pie frente a sus rostros desnudos, nos hablan, en silencio, a través de la piel y de sus ojos.
Disrupciones
Por Martin Gleerup
El proyecto “Disruptions” trata de entender la propia familia después de que la situación familiar “antigua” se haya disuelto. Se trata de construir lo nuevo y no dar nada por sentado. Se trata de apreciar lo que se tiene, aunque pueda ser difícil adaptarse a las interrupciones que surgen. Se trata de volver a conocer a tus padres y esforzarse por una relación más profunda entre ellos.
Tratar de entender a tu familia y parientes, incluso si no siempre te has sentido en casa allí. Se trata de un anhelo de relaciones emocionales más profundas que a veces son difíciles de alcanzar. A través de la fotografía y sus resultados, uno podría ser capaz de construir un nuevo puente de comprensión.
Forget about me
Por Smilla Weber
Forget about me (Olvídate de mí) es una obra que busca expresar el miedo a la soledad. El miedo a perder de repente importancia para las personas más cercanas.
Internatet
Por Ida Larsson
Nueve metros cuadrados, cuatro paredes de hormigón, suelo y techo de plástico. La habitación tenía grandes ventanales que daban al exterior. Todo el mundo me veía, pero yo no veía a nadie. Los edificios de ladrillo blanco estaban rodeados por los densos bosques suecos. “Internatet”: una forma de alojamiento que fácilmente podría confundirse con un colectivo, pero detrás de la fachada, todos éramos personas de vidas muy diferentes reunidas sin lugar a objeciones.
Esta fue mi casa durante un año mientras estudiaba fotografía con Nicolás Wormull como profesor.
Las ventanas de “Internatet” permanecían anónimas, las persianas de la gente estaban cerradas tanto de día como de noche. Necesitaba escuchar las palabras del otro lado de la pared, necesitaba saber de dónde venía la luz roja cada noche, necesitaba ver los rostros de aquellas figuras que caminaban hacia el lago después del anochecer.
Nicolás añadió leña a mi fuego: “Llama a sus puertas y empieza a disparar”. El fuego se extendió rápidamente, surgieron intensas relaciones entre nosotros. Todos parecíamos igualmente desesperados por amistades e intimidad. A pesar de ese deseo, una inevitable soledad se arrastraba por las paredes. Me despertaba todas las mañanas en un silencio vacío.
El proyecto “Internatet” se convirtió en mi manera de afrontar esta existencia.
Links:
