por Alexander Stuparich
Sandro Miller es un fotógrafo americano que reside en Chicago. En su prolífica carrera de más de 30 años ha cosechado numerosos premios como fotógrafo y director de cine; asimismo ha realizado varias exposiciones alrededor del mundo que lo han posicionado como uno de los retratistas actuales más importantes de Estados Unidos.
CAPTION Magazine entrevistó a Sandro mientras regresaba de un proyecto en Alaska junto a su amigo y fotógrafo Mark Edward Harris, quien ya fue colaborador de nuestra revista en su edición N°9.
Cuéntanos de tus primeros años. ¿Cómo Sandro Miller se convirtió en el exitoso retratista que es hoy? ¿Cuáles fueron tus primeros éxitos y en qué fracasaste?
Me preguntas sobre mis primeros años, los altibajos y los fracasos y los éxitos. Cuando pienso hacia atrás todo parece algo borroso, como drogado sin las drogas (la mayor parte del tiempo). Quiero decir que todo fue tan rápido y furioso, una especie de montaña rusa interminable que nunca parecía detenerse o quedarse sin gasolina. Yo diría esto: mis primeros diez años a partir de los 18 años de edad fueron los grandes años de aprendizaje. Los primeros cinco años los pasé trabajando para otros fotógrafos. Viniendo de un hogar unifamiliar, de una madre soltera (una inmigrante amorosa y sin educación), la posibilidad de ir a una universidad o a una escuela de fotografía no estaba entre mis planes. Comencé a trabajar temprano en terreno y fue en estos primeros cinco años, trabajando como asistente, donde recibí mi educación técnica.
Los siguientes cinco años, desde los 23 hasta los 28, es donde comencé a desarrollar mi estilo y mi “look”. En esa primera etapa de mi carrera, a los 22 años, debido a una circunstancia muy desafortunada, me convertí en padre soltero de una hermosa niña. No consideraré que ésta sea la mejor manera de comenzar en este exigente negocio, pero esa fue la circunstancia que me tocó y tuve que lidiar con ella…
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