LA INAGOTABLE CREATIVIDAD DE NANDO ESTEVA
LA INAGOTABLE CREATIVIDAD DE NANDO ESTEVA
La Inagotable Creatividad de Nando Esteva
Por Claudio Soto
En esta entrevista con CAPTION Magazine, el reputado fotógrafo mallorquín repasa sus pasiones y de cómo llegó a convertirse en un referente para la publicidad, arquitectura y hostelería. Hoy -aclara- no acepta cualquier encargo, sino que sólo lo que se complemente con su idea de la imagen, una más culta, pensada y trabajada.
La pasión y la inquietud siempre estuvo rondando en su cabeza. Tenía pensado estudiar publicidad, algo de prensa o cualquier carrera vinculada a la comunicación visual. Sin embargo, a los 16 años conoció y trabajó como asistente para un fotógrafo norteamericano en Hawái y desde ese entonces no paró nunca más.
Era una época en donde movía cajas, hacía maletas, pintaba o sacaba la basura, pero no le permitían tocar una cámara. Toda una contradicción que le dio fuerza para formarse como autodidacta y llegar hoy a los 45 años a ser reconocido por su trabajo de inagotable creatividad y uno de los grandes referentes de las series X y GFX de FUJI.
¿Cómo derivaste a la fotografía en un área como la gastronomía?
Cuando cumplí 22 años decido dar un paso más, pues tenía como una de mis pasiones la gastronomía. Uno de mis sueños era poder tener un estudio con cocina y poder retocar en esa la cocina. No por cocinar, sino por capturar, por fotografiar. Entonces, decido independizarme y comprar un estudio de dos plantas de una empresa que vendía salmones de Noruega y en donde la de abajo era una cámara frigorífica grande. Esto fue como una señal.
Hoy en día sigo retocando en la cocina, sigo trabajando en el estudio y también fuera. Eso me abrió puertas a trabajar con el primer cocinero con dos estrellas Michelín, Gerhard Schwaiger, que estaba aquí en Mallorca, en el restaurante Tristán. Fui un poco el tránsito hacia ese galardón. Eso me enamoró y no paraba de hacer cocineros, entre otras modalidades. El mundo de la cocina me apasiona.
Y después diste un paso hacia la arquitectura ¿Por qué?
La arquitectura tiene un vínculo que es mi padre. Él era delineante y se pasaba los días en despachos de arquitectos. Yo salía del colegio y me apasionaba ir a esos lugares. Jugaba con los instrumentos, las reglas. Nada más empezar la fotografía, empecé a mirar la arquitectura más allá de los simples despachos. Empecé a practicarla y trabajarla, y sigo haciendo proyectos para arquitectos de renombre que es una de mis pasiones. Siempre he tenido base en Mallorca, pero casi el 50 por ciento de este trabajo lo he hecho en Centroamérica y Sudamérica, en países como República Dominicana, México o Miami. Así he transitado durante 20 años.
Uno de los premios importantes que has recibido es el Lux Oro (2023), por tu obra Calatrava ¿Qué lograste con ello?
Teníamos que hacer un reportaje para el estudio Bastidas. Era una casa que se iba a entregar y a la cual no se podía volver. Se escogió para ello un día super luminoso y nada más llegar a ese lugar me impactó. Vi una escalera, pero al revés, hacia arriba. Dejé de lado el encargo para centrarme en un reportaje privado de esa escalera para empezar. Eso no suele pasar porque tienes muy poco tiempo y sólo ejecutas. Aposté por ese proyecto porque me enamoró visualmente.
A nivel personal fue una hora de disfrute y luego me puse a trabajar en lo cotidiano. Sin pensarlo, luego llegaron las convocatorias de los premios Lux y dije ¿Por qué no me voy a presentar?
Tu eres un reconocido fotógrafo que utiliza la serie GFX de FUJI…
Así es, tengo la GFX, y de ahí paso a la serie X. Tengo ahora la edición limitada de Japón de la X100 por el aniversario de FUJI. Tengo todas las máquinas de la X y la GFX como buque insignia porque en el estudio hacemos productos especializados en metales.
¿y cómo inicias tu relación con FUJI?
Ha sido un inicio súper honesto. Esta marca me la introdujo mi proveedor, porque gran parte de mi material lo adquiero aquí en Mallorca. Yo no trabajaba con FUJI. Vengo de la marca Hasselblad analógica, y desde allí paso al respaldo digital. Es en esa transición que me encuentro con la FUJI GFX. Me presentaron con los ejecutivos de la compañía y tuvieron mucho entendimiento de mi trabajo. El contacto con ellos era totalmente desinteresado y eso me cautivó, porque la parte comercial es vital.
Ha sido una transición super lenta de cambio de equipo, ya que primero decidí pasar todo mi equipamiento de video a FUJI, pero la fotografía no.
De repente, hace un año, decidí pasar todo a FUJI. En esa transición he ido probando cámaras y en ningún momento se me ha presionado. Esto me ha facilitado mucho mi trabajo, pues puedes ir actualizando el software, y está todo muy encasillado a lo que necesito. Gracias a esa relación me han hecho mejor fotógrafo.
¿Tienes algunas cámaras fetiches?
La X-H2S de FUJI me podía acompañar hace dos meses, pero ahora he encontrado la cámara perfecta con la X100VI para foto. Para video prefiero la X-H2S. Ahora tendré un dilema. Para lo que es callejero y retrato elijo la X100VI que es una cámara super potente, con las prestaciones de la X-H2S, por su lente fija. Y, como lente me encanta el 23 mm no sólo por su luminosidad y su poco peso. Me gustan las lentes fijas, muy luminosas, porque el propio desenfoque crea belleza en la imagen. Para mi cuanto más luminosa la fotografía, mejor.
¿Tienes proyectos en mente?
Sigo muy mentalizado en una transición a nivel de madurez fotográfica. No quiero ir acaparando todo, sobre todo en la parte en donde el arte se fusiona con la publicidad. No quiero aceptar cualquier encargo, sino que sólo aquellos buscar que casen con mi idea de la imagen para hacer proyectos más cultos, trabajados y pensados.
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