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Por José Luis Rissetti y Luis Sánchez
Después de evaluar más de 3.800 imágenes de todo el mundo, la London Photography Award seleccionó al chileno Francisco Negroni como fotógrafo del año 2023 gracias a una fotografía que capta un momento muy particular en el volcán Villarrica, ubicado en la Cordillera de los Andes en el cono sur de América. En entrevista con CAPTION, Negroni cuenta cómo fue posible lograr esta imagen, lo que significa este nuevo reconocimiento, pero también sobre sus inicios en la fotografía y qué lo llevó a dejar el fotoperiodismo y especializarse en paisajes y volcanes.
Era de madrugada a mediados de diciembre de 2022 cuando una nube lenticular empezó a cubrir suavemente la cima el volcán Villarrica (Chile), como si fuera un velo semitransparente dispuesto para ocultar un espectáculo de fuego que aparecía intermitente desde el cráter de este macizo, considerado uno de los más activos de América. El lente de Francisco Negroni registró paso a paso este proceso hasta lograr la imagen que le otorgaría el premio internacional número 53 de su carrera: Fotógrafo del Año por la London Photography Award, en la categoría de fotografía de naturaleza y paisajes.
Lograr esa imagen fue fruto de su experiencia y constancia, pero también de dormir muy poco en su automóvil, a los pies del volcán y en condiciones para nada confortables. “A medida que el volcán empezó a presentar mayor actividad, esto fue entre noviembre y diciembre de 2022, me propuse viajar para ver lo que estaba pasando y si es que servía para hacer una buena fotografía. Viajé una o dos veces, estuve un par de días y me di cuenta de que cada vez la actividad volcánica iba aumentando sobre todo las fumarolas, la incandescencia en la noche, así que decidí jugármela, conseguir un poco de dinero para ir por varios días y quedarme ahí en el volcán lo más que pudiera resistir, comprando comida en los negocios cercanos en Pucón, bajando de vez en cuando a solicitar una ducha donde algunos conocidos, a comer algo que me invitaban algunos amigos. Casi todas las noches estuve ahí, solamente dos noches me quedé en Pucón”. “En las noches, cada una hora en promedio dejaba puestas las dos cámaras que ocupo, montadas por cualquier cosa y trataba de dormir. En eso sonaba el despertador, salía del auto, miraba que sucedía y otra vez colocaba el despertador en una hora y media más. Así fue casi toda mi estadía que aproximadamente habrán sido unos 12 a 15 días”.
“Esta fotografía tuvo que haber sido tomada en el día 7 u 8 de mi estadía. Empezó la noche bien, había una pequeña nube lenticular sobre el volcán lo que me hacía presagiar que algo podía pasar. Ya que había hecho algunas fotografías me fui a dormir, despertaba me volvía a dormir, despertaba y no pasaba nada. Alrededor de las 4 de la madrugada desperté y vi algo que estaba empezando a aparecer en el cráter. Empiezo a obturar con las dos cámaras y poco a poco se fue formando esta nube lenticular que en algún momento llegó a ser increíble, yo la verdad que cuando estaba sucediendo sabía que tenía una gran fotografía tomada. La historia que hay detrás de esa fotografía no es nada más que eso, muchas noches sin dormir, durmiendo muy poco, incómodo, con baño incómodo, con pocos recursos porque justo estaba pasando por un pequeño mal momento económico”. Comenta que fue su hermano Carlos quien lo ayudó en esta aventura “y que es él que siempre ha confiado en mí y me apoya en todo”.
¿Qué significa este premio para ti?
“Hace muchos años estoy haciendo un trabajo serio, intentando ser uno de los mejores en la fotografía del paisaje y de volcanes, y creo que con todos los premios que he conseguido lo he ido logrando. He trabajado, estudiado, me he entregado muchísimo a la fotografía, me he esforzado, lo he pasado bien, lo he pasado mal, pero creo que se ha ido consiguiendo una meta. En definitiva, el significado de lo que representa este premio es mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha dedicación, mucha entrega, muchos sacrificios y bueno, han sido 10 años que le he dedicado a la fotografía de paisajes y de volcanes. Es mi premio número 53”.
Del fotoperiodismo a los paisajes Fotografiar paisajes y volcanes se transformó en su trabajo, no obstante, su sueño siempre fue ser fotoperiodista. “Estudié fotografía para ser reportero gráfico, me titulé como fotógrafo publicitario en el Instituto INCACEA de Viña del Mar en el año 2000 porque no había una carrera de fotoperiodismo. Todos sabemos que la base de la fotografía es la misma sólo que después se encamina a diferentes áreas. Mi idea era estudiar, titularme y salir a buscar trabajo como fotógrafo de prensa”.
Negroni recuerda que comenzó a buscar una oportunidad laboral en diferentes medios, pero no le fue bien, “era alguien que recién estaba saliendo, no tenía experiencia y es así como empecé a viajar al sur de Chile y de a poco empecé a entrar en el medio como un fotógrafo independiente o freelance. Comencé a venderle fotografías a distintos medios nacionales y en algún momento también a medios internacionales. Después de algunos años tuve la oportunidad de colaborar para medios más importantes en Chile como La Tercera y El Mercurio”.
De estos 13 años que trabajó para los medios de comunicación, rescata el aprendizaje que tuvo para hacer este tipo de registros como “estar siempre atento a lo que va a pasar, haber agudizado el sentido de estar preparado frente a cualquier situación y no dejarse llevar por las situaciones que te rodean. Por ejemplo, cuando estás en un lugar como un volcán, hay mucha gente y ves que todos están haciendo fotos, pero en algún momento todos se van porque piensan que no va a pasar nada, pero tú sigues ahí, te quedas solo, noches, horas y, al final, ese instinto que creo proviene de la escuela del fotoperiodismo, ese instinto de quedarme, de ser porfiado, de pensar que sí va a pasar algo en algún momento y que si tengo suerte voy a ser el único en estar ahí, es algo que se me ha cumplido muchísimas veces”. Agrega que eso le ha servido para ser un mejor fotógrafo, “la verdad es que aprendí muchas técnicas de muy buenos fotógrafos, de muy buenos reporteros gráficos, de todos fui sacando las mejores lecciones para transformarme en un buen fotógrafo.
No obstante ser su pasión, dejó el trabajo de reportero gráfico porque las cosas cambiaron para quienes se dedicaban a esta rama de la fotografía. “Dejé prensa porque el año 2010 empezó esto de la masificación de la imagen digital, ya muchas personas tenían acceso a poder tomar fotografías y muchas las regalaban a los medios o se la entregaban a precios muy bajos. La verdad que un fotógrafo independiente como yo, ya no tenía mucho que hacer y me fui quedando sin clientes. Cuando ofrecía algún reportaje o alguna noticia me contestaban que ya tenían fotos que alguien se las había enviado, entonces para qué me iban a pagar a mí una fotografía que, más allá de que quizás técnicamente pudiera ser superior, otra persona estaba regalando la imagen y los medios empezaron a preferir ese camino. Antes de que esto siguiera empeorando tomé la decisión de abandonar el fotoperiodismo y creo que fue la mejor decisión”.
“El grito del dolor”
A fines de 2011 Francisco Negroni fue a cubrir la tragedia de los incendios forestales en la Patagonia austral de Chile, específicamente en el Parque Nacional Torres del Paine, el cual devastó más de 17.600 hectáreas durante cuatro meses. Allí captó una escena desgarradora, la de un guanaco en medio de la tierra arrasada por el fuego, “un guanaco grita desde una colina incansablemente tal vez intentando encontrar sobrevivientes de su manada o su familia. En aquellos años aún recibía solicitudes de reportajes y pude viajar a cubrir la tragedia…en pocas horas algunas de esas fotografías daban la vuelta al mundo. 2011-2012 Para que nunca más” expresó en su cuenta de Instagram.
Esa fotografía le valió el reconocimiento en el “Nature Photographer of the Year 2020”, en la categoría Hombre y Naturaleza. “Es una fotografía que, a muchas personas solo al verla, les causa pena, dolor. Cuando hice esa fotografía, que dio la vuelta al mundo en algunas agencias internacionales y que ha sido destacada en algunos premios internacionales también, creo que es una foto que podría elegir como una de mis preferidas, sólo por el hecho de que es una foto que transmite y que eso es algo fundamental en mi fotografía y que cuesta lograrlo”.
¿Qué proyectos tienes en carpeta?
Si bien el currículum de este destacado fotógrafo incluye una larga lista de premios y reconocimientos internacionales, siendo escogido como embajador de algunas marcas en Chile, solo ha realizado algunas exposiciones de su trabajo en su país natal. “En Chile nunca he tenido suerte, no sé si seré el único pero la verdad es que creo que es un país en que funcionan mucho las cosas de amigos y la política, es decir, si eres de un sector político tienes ventajas o tienes desventajas. Como no estoy o no soy partidario de uno ni de otro sector, he tratado de mantenerme lo más neutral posible en esos aspectos, siempre estoy fuera de cualquier proyecto (…) por eso siempre he postulado a los concursos internacionales, porque creo que si en algún momento tuviera la oportunidad de irme del país por algún buen ofrecimiento creo que no lo pensaría mucho la verdad.
En Chile es muy difícil el arte y seguramente hay muchos fotógrafos como yo, muchos pintores, muchos artistas que comparten la misma visión que tengo. Insisto no es una crítica, yo creo que hay países que son de una línea y países que son de otra y a mí me tocó estar acá, si lo mío aquí no funciona es mi responsabilidad buscar otra instancia, otros lugares donde mi fotografía puede ser más valorada”.
¿Qué consejos le darías a quienes se inician en la fotografía?
“La mayoría de las personas que viven de la fotografía recomendarían que hagan una carrera y que estudien fotografía profesionalmente. Yo creo que no, que pueden ver mucha información en YouTube, pueden tomar talleres, tutoriales fotográficos con buenos fotógrafos, pero estudiar una carrera hoy en día no sé si tiene mucho futuro. Puedo estar equivocado porque es mi experiencia personal como fotógrafo publicitario. Está muy difícil todo lo que es el mundo audiovisual, hay muchísimas personas haciendo esto, entonces la verdad es que no creo que haya mucho espacio. Seguramente si tienes un tremendo don, un gran talento puedes encontrar un espacio. Eso sí, el riesgo es de cada uno, cada uno es libre y está en todo su derecho de intentarlo y de hacerlo pero mi apreciación es que el arte en Chile, la fotografía es muy difícil, entonces creo que pueden hacerlo como hobby, como una segunda profesión, por ejemplo, pero vivir de la fotografía 100% yo creo que queda muy poca oportunidad para algo así”.
Equipos:
Cámaras: Nikon D600 y D610
Óptica: 20mm, 50mm, 105mm, 300mm
Sitios Web:
