Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: «La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho»
Eduardo Nave: “La naturaleza no me interesa si no ha ocurrido un hecho”
Por Claudio Soto desde España
Este fotógrafo valenciano, radicado hace 15 años en Madrid, no esconde su interés por los hechos históricos que nutren sus proyectos. Investiga, explora, y se detiene allí donde un acontecimiento ha marcado la vida de la gente y su entorno.
No es fácil el trabajo de este reputado colaborador de FUJIFILM. O más bien, se trata de un profesional distinto, que lleva la fotografía más allá de una simple ráfaga. Es alguien que con sus imágenes construye una y otra vez la historia, allí donde han ocurrido cosas -algunas más trágicas o decisivas- y que de una u otra forma han marcado el devenir de la humanidad.
Este apasionado por la música y el cine, reconoce a CAPTION Magazine que la fotografía era su segunda opción y que luego de estudiar en la Escuela de Artes en Valencia, decidió ya con 23 años tomar una cámara y registrar lugares, ciudades, entornos en donde -dice- “ha ocurrido algo” más allá del escenario natural que puede presentar el área documental. Así se ha sumergido en lugares como Pompeya en Italia o Normandía en Francia, debiendo echar mano a meses de estudio, investigación y real interés para dar con lo que busca.
¿Cuando aparece esta pasión por la fotografía?
En realidad cuando era adolescente yo iba para músico, pero me gustaban ambas disciplinas. En algún momento -con la tontería de la juventud- me pregunté con qué podía ganarme la vida, decidiéndome por esta opción. Nietzsche nos decía que el hombre siempre se dedica a lo segundo mejor que sabe hacer, lo que es una realidad.
La fotografía, el cine y la música son mis tres grandes pasiones desde que era muy joven. Sin embargo, recién a los 23 años me hice fotógrafo. En Valencia estudié en la Escuela de Artes en los que coincidí con los primeros años de la fotografía digital, pero aún con herramientas de la fotografía analógica. Eso, finalmente me permitió adaptarme rápido a esos dos mundos, aunque debo confesar que soy de la vieja escuela.
¿Y por qué das el paso a la fotografía documental?
El paisaje en sí no me interesa demasiado. Yo vengo de la fotografía documental, y me empezaron a interesar hace unos 18 años aquellos lugares donde hubieren ocurrido hechos relevantes o trágicos. Un ejemplo de ello es la serie “Normandía”, en donde aparentemente hay playas y paisajes, pero en donde hace 80 años (1944) desembarcaron los aliados dando inicio al final de la Segunda Guerra Mundial. Todos los eventos están vinculados al paisaje y la naturaleza, pero no me interesan si no ha ocurrido un hecho.
Entonces, debes investigar hechos históricos y sumergirte en ellos…
Mi labor como fotógrafo primero es investigar, investigar e investigar. Una vez hallados los hechos, voy y lo hago. Nunca voy de improviso. Leo, veo cine, pintura y escucho música correspondiente a esa fecha histórica, y es por esto que en cada proyecto puedo estar de dos a más de 10 años.
Uno de tus últimos trabajos fue la erupción del volcán Tajogaite en 2021 en la Isla de La Palma (Canarias, España) ¿Qué te marcó de ese evento?
Este es otro proyecto en un lugar donde han ocurrido cosas. La diferencia es que es la primera vez que lo hago en directo, y me quedo en el sitio. Como es obvio, siempre he ido después, como me pasó en Normadìa o Pompeya, por ejemplo. Pero en este caso, una vez ocurrida la erupción me quedé dos semanas, en donde se me ocurrió un proyecto en el que cuento el primer año de vida de un volcán. No te riges sólo por la erupción, sino que intentas explicar qué es un volcán, qué cambios tiene y provoca en el lugar y su gente. Los primeros meses, cuando el hecho era noticia, habían más de mil fotógrafos. Sin embargo, cuando se apagó el volcán, me quedé 9 meses sólo en la isla. Yo no soy fotógrafo de prensa, voy con equipos distintos y me miran de una forma extraña.
En tu currículum visualizamos varios reconocimientos ¿Cuál de ellos te ha marcado?
La verdad es que soy más de presentarme a becas, para que pueda desarrollar proyectos en 2 o tres años. Cuando era muy joven, por ejemplo, me dieron la beca de la Fundación Botín, con la que pude desarrollar y financiar parte de mi trabajo.
El paso a lo digital con FUJIFILM
¿Cómo se inicia tu relación con FUJIFILM?
Desde que empecé, lo hice con película. Durante muchos años disparé en formato medio y placa, y entonces siempre he buscado esa estética. Cuando FUJIFILM inventó el sistema GFX, que son como cámaras de formato medio, económicamente más accesibles y con menor peso, probé una y otra. Pero, cuando sacaron la GFX 100S dije “esta es mi cámara”, simplemente porque reúne la calidad de un formato medio analógico y lo digital con un sensor muy grande. Empecé a probar su material en las tiendas de Casanova en Barcelona y Madrid en donde siempre me han dejado equipos para probar. Una vez decidido que era mi equipo me pusieron en contacto con ellos.
Entonces, es de esperar que la GFX 100S sea tu imprescindible…
Si, pero hay que entender que es una cámara diferente. La cámara perfecta no existe, sino que es el fotógrafo el que se amolda a ella. Por otro lado, sé que hay equipos de FUJIFILM muy buenos, pero no para el fotógrafo que soy.
Desde hace un año estoy utilizando la serie INSTAX (sistema de fotografía con impresión instantánea), y he hecho pruebas con ella. Lo interesante es que una cámara siempre puede tener usos diversos.
Links: