“Pepe” Moreno ha sido para muchos, y en especial para mí, por sobre todo, un camarada etario, testigo involucrado de traumas sociales, sueños rotos y logrados y por sobre todo, de esperanzas vitales.
Este trabajo es un resumen mágico de la intensa vida personal y política del autor. Es, también, una muestra que para muchos de nosotros aparece como una suerte de redención para los que, en el fondo, tenemos nostalgia de la fotografía análoga. La posibilidad de producir una suerte de poemas visuales por fusión de fotografías.
Un nuevo lenguaje liberado de la necesaria realidad unívoca que él pone frente a la cámara. José Moreno, a través de lo análogo, refleja sus vivencias en un espejo con memoria, tal vez de la misma naturaleza que la antigua alquimia; tienen resonancias que suelen prolongarse, cambiando muchas veces de signo de acuerdo a tiempos y escenarios diferentes. Son verdaderos y válidos ejercicios autorales que se funden acertadamente en su atemporalidad final, una proyección de la personalidad de su propio autor. Si bien es cierto, en estas imágenes, la fotografía deja de ser una religión del instante, van más allá de ser fragmentos de vida.
Curiosamente, logran expresar con más fuerza que la tradicional instantánea, una totalidad y una síntesis. Ciertamente son expresiones subjetivas que funcionan como un cuento o poesía, cercanas a un realismo mágico, plenas de identidad. Son síntesis de un espíritu que no se ha dejado adormilar por las sirenas de la globalización, heredada de su ya largo matrimonio con la fotografía. Mantiene, siempre, la importancia del corazón sobre el ojo, sobre la lente.
Definitívamente, Pepe ha logrado asociar en forma notable sus sentimientos con la experiencia visual, una suerte, en lo global, de auto-retrato de su alma.
Juan Domingo Marinello K.
Texto presentación de Osvaldo Briceño en la exposición Galería Fotocíclope
Antes que todo, quiero contarles en síntesis que hace casi un año que partimos nuevamente, con los problemas de la contingencia y lo que eso ha significado, pero tenemos la esperanza que vendrán tiempos nuevos y mejores.
Queremos que este espacio sea para los fotógrafas y fotógrafos. Acaba de exponer Jesús Inostroza y antes del estallido lo hizo Alejandro Mendoza, Marcelo Machuca y el argentino Ricardo Misito. Esperamos que siempre estas paredes estén mostrándonos los trabajos de las y los colegas y estamos llanos a recibir ideas nuevas al respecto. Junto a las muestras, en esta pequeña sala, pretendemos hacer reuniones, talleres, clases, conversatorios, presentaciones literarias, en donde siempre se involucre la fotografía. Eso como primera cosa.
Queremos dar las gracias a Pepe por aceptar la invitación a exponer su trabajo en nuestra galería. Mónica y yo, nos sentimos orgullosos de tener en nuestros muros parte de las obras de José Moreno, de Pepe. Hace más de 30 años que con Pepe nos conocemos, conozco su trayectoria en este oficio y también todo lo que involucra en su vida alrededor de la fotografía. En realidad, conocer a una persona como él, es conocer también una historia notable de un hombre sereno, pero sagaz con sus sentidos, calmado, pero rápido al enfrentar su cámara a una situación que le provoca fotografiar. El tema es, sin duda, el quehacer humano, lo cotidiano de la gente.
Detenerse en una fotografía de Pepe es imaginarse la vida de las personas, un antes y un después de ese instante detenido, es representar en la mente las imágenes anteriores al suceso como también lo por venir, es mirar en contrapicado y fijarse efectivamente en las Tres Marías, es mirar a la niña que le desea a su hermana toda la suerte antes de entrar al escenario, es ver levantarse el telón para visibilizar a los transeúntes en la ciudad, es ver al sujeto desdoblarse detrás del espejo, es recordar el tormento del PEM y el POJH, es ver a través de su fotografía a Bolivia y a Chile en una simbiosis de quehaceres humanos. Cada imagen es un documento de la memoria, son cuentos mágicos de sus vivencias, ricos en tonos y luces. Su trabajo es fotografía sin apellido, pura y noble, originales construidos en el cuarto oscuro, de formato medio, tangibles.
Hablar de José Moreno es recordar a Quintana, es recordar también las osadías de la clandestinidad en aquellos tiempos, es recordar a la AFI y a la fotografía comprometida. Te damos las gracias Pepe por presentarnos esta muestra, por cierto, con orgullo, este evento lo haremos parte de la historia de la galería. Gracias también a todos ustedes por estar aquí.
© José Pepe Moreno
Acerca del Autor:
Pepe Moreno es fundador de la Asociación Gremial de Fotógrafos Independientes, AFI, 1980. Director de Archivos Fotográfico de la Universidad de Chile. 1983 – 2010. Publicaciones: Antonio Quintana, 2010. Una revisión al Rostro de Chile, 2008. Primer Premio, concurso O.I.T. “El Trabajo y su Carencia”