Hotel y Restaurant Casona Distante
Hotel y Restaurant Casona Distante
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La luz de la tarde acaricia los viñedos del valle, luego, al caer la noche las parras reposarán sus azúcares. Con la llegada del calor del día y las diferencias térmicas, se levantan vientos que deben ser amilanados con mallas especialmente dispuestas en los cuarteles para que las parras no se estresen. © Ricardo Carrasco
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Una obra de Arte del mundo Diaguita. En todo el Valle del Elqui aún aparecen hermosas representaciones antropomorfas y zoomorfas de este pueblo originario único en el mundo. La vasija corresponde posiblemente a un chamán, evidencia de sus expresiones estéticas y religiosas. Imagen capturada en Museo Arqueológico de La Serena. © Ricardo Carrasco
Hotel y Restaurant Casona Distante
Ricardo Carrasco
El Valle del Elqui al interior de La Serena es conocido por su supuesto magnetismo y buenas vibraciones que emanan de sus cerros y quebradas cargadas de piedras mágicas. Cierto o no, el hecho es que cada vez que lo visito me invade una paz que sólo ahí existe.
Sus laderas y roqueríos de colores las ideas y las emociones; durante la noche una gigantesca bóveda atiborrada de estrellas nos permite casi tocar con la punta de los dedos galaxias, planetas y meteoritos que se pierden luminosos en la silueta oscura de las montañas. cálidos, los viñedos que se funden con hermosos pueblitos y el murmullo del río que se escurre valle abajo refrescan las ideas y las emociones; durante la noche una gigantesca bóveda atiborrada de estrellas nos permite casi tocar con la punta de los dedos galaxias, planetas y meteoritos que se pierden luminosos en la silueta oscura de las montañas.
Y para disfrutar de este lugar, nada mejor que quedarnos al interior, a poco andar del pequeño pueblito de Alcohuaz en el Hotel y Restaurant, Casona Distante. Como su nombre bien lo dice, se encuentra distante del ruido, del estrés y del ajetreo de las grandes ciudades, campamento base ideal para recorrer este valle transversal único en el país.
En esta ocasión me acompaña Edmundo Cofré, artista plástico con el cual hemos desarrollado proyectos editoriales y quien se centrará en cubrir con su Mamiya 645 y digital las cepas pisqueras. Por mi parte, me dedicaré a fotografiar en formato 6×6 con mis amadas suecas la naturaleza y el entorno, así como en 35 mm en Fomapan 100 y panorámicas con Linhof 617 en Fujifilm Provia 100.
Resulta un agrado trabajar desde la terraza del segundo nivel de la Casona, ya que desde ahí se puede disfrutar una amplia vista del cajón y también ver los distintos viñedos en un marco de cerros acrisolados por minerales y piedras milenarias. Bajamos a ver las viñas del lugar solamente con un par de cámaras y algunos lentes; donde justo, para nuestra sorpresa, están cosechando los últimos cuarteles de moscatel de Austria. Esta cepa criolla se destina para la fabricación de pisco y se recolecta por la Cooperativa Capel a lo largo del cajón del Elqui a mediados de abril. A nuestro regreso, con los laptops sobre la mesa, ya nos tenían una sorpresa preparada: tortillas al rescoldo recién horneadas y un buen pisco sour de membrillos, los que vimos cosechar de la mata minutos antes. Mientras y con ahínco se desmenuzan en el mesón de la cocina peras frescas para un apetecible postre.
Rina Erler, dueña del lugar nos cuenta que la idea de la Casona surgió de utilizar un viejo establo que daba albergue al ganado y forraje. Hoy su esencia es la de entregar una experiencia de desconexión, descanso y contacto con la naturaleza, además de estar siempre atentos de hacer sentir bien a los huéspedes con los diferentes detalles. Y esto se respira en todas partes, cálido y agradable; sus habitaciones son una muestra de cariño y dedicación donde las maderas, la greda y las piedras son fundamentales.
La gastronomía se centra en preparaciones con productos locales y sabores ancestrales finamente presentados por Rina y Anita Salvatierra, quienes han atesorado el legado del magnífico chef Pablo Doren. “Me gusta mucho cocinar y trato de transmitir sensaciones y recuerdos de recetas antiguas”, nos cuenta Rina. “Nuestra cocina se caracteriza por abrir los sentidos para disfrutar nuevos sabores y aromas. Incorporamos en nuestra carta; pastas caseras, diferentes tipos de carnes, ensaladas, platos pensados para vegetarianos y deliciosos postres. Vinos regionales y cervezas artesanales”.
Por otro lado, han incorporado algunas actividades como terapias que apuntan a mejorar el bienestar de las personas, como yoga, diferentes tipos de masajes –de los cuales probaré algunos personalmente para aflojar la espalda, agotada de cargar fierros y lentes- ; talleres de alimentación, trabajo con coach, además outdoor en Alcohuaz como trekking guiados, reconocimiento de yerbas medicinales, búsqueda de cuarzo y un sinfín de actividades cautivantes que se pueden armar en forma anticipada.
Como si fuera poco, a escasos metros de la Casona hay un domo metálico que alberga un telescopio que disfrutamos al caer la noche dándole un vistazo a la constelación de Orión y Júpiter, del cual se desprende la clásica charla, “y pensar que la luz se demora en llegar media hora hasta nosotros”.
Sitio Web:
casonadistante.cl