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Carta de Colores LA Katia
Por LA Katia
Esta Carta de colores LA Katia es la continuación de Mi arcoíris vertical (con Matías Costa). En el proyecto combino dos de los principales significados de las líneas verticales en el lenguaje visual, como son la velocidad y una mayor sensación de movimiento, y las emociones que transmiten los colores para realizar fotografías de escenas cotidianas que pueden incluir exposiciones múltiples. Estas fotos verticales están dominadas principalmente por uno o dos colores.
Originalmente, me inspiré en el arcoíris, formado básicamente por 7 grandes franjas verticales y paralelas de colores puros. Ahora, con este proyecto estoy creando una carta de colores RAL tipo K5 reinterpretada, tal y como aparece en la carta de colores RAL clásica, indispensable para todos los profesionales que trabajan con colores y pinturas. Esta atemporal carta de colores RAL me ha servido de inspiración para crear una carta de colores RAL con mis propios colores, los de LA Katia.
Bajo mi punto de vista, la belleza nos rodea, sólo hay que detenerse a observarla. Las fechas, los acontecimientos y los lugares establecidos como especiales no lo son tanto y no muestran la realidad de la existencia.
He elegido este tema porque la belleza es aquí y ahora, no hay que postergarla. Lo he elegido porque me gusta tomar este tipo de fotografías, porque es una forma de expresar mi amor, como el que siento por mis hijos, y es una forma de estar presente haciendo algo que simplemente me gusta. Supongo que es una forma de celebrar la vida, de estar agradecida por estar viva.
Creo que mi trabajo puede despertar interés porque la belleza resuena dentro de todas las personas, es algo ancestral, como el arcoíris, como todos los colores que los seres humanos somos capaces de distinguir y las sensaciones que estos transmiten.
Son todo fotografías realizadas en el exterior que incluyen retratos, paisajes y bodegones. He tomado las fotografías mayoritariamente hacia el atardecer, porque ese tipo de luz es el que más me gusta. Sin embargo, hay fotografías con distintos tipos de luz, a diferentes horas del día y en distintas estaciones del año.
Geográficamente hablando, principalmente tomo las fotografías en el lugar en el que vivo y en sus alrededores. No se trata de fotografías de personas, lugares o cosas específicas. La inspiración son los colores.
Utilizo cámaras Lomo analógicas de formato panorámico que dejan las perforaciones expuestas, tanto la SprocketRocket como la Hydrochrome. No uso trípode y tampoco uso flash. Estas cámaras utilizan carretes de película de 35mm (de cada carrete se obtienen la mitad de fotografías, ya que para obtener una imagen se necesitan 2 frames de película), tienen lente fija, se pueden cambiar algunos parámetros, como la apertura y la distancia focal, pero muy pocos. Además de con estos pocos parámetros, se puede jugar con la sensibilidad de la película. Distintas épocas del año y distintas horas del día precisan de distintos ISOs. En el caso de la Lomo Hydrochrome, se puede introducir líquido en la lente, lo que permite variar el color de la fotografía cuando esta se toma. Ambas cámaras permiten realizar múltiples exposiciones, lo que permite combinar distintas texturas y colores.
Además del revelado, el escaneo (manual) es imprescindible para posteriormente poder editar mínimamente las fotos. Sólo utilizo Lightroom para realizar una edición muy sencilla de las fotografías.
La lomografía está considerada como un fenómeno de culto, una filosofía que se basa en una supuesta fotografía casual y espontánea. Pero nada más lejos de la realidad. Efectivamente, se pueden hacer fotos sin pensar y disparar desde la cadera. Pero si lo que quieres es sacar el máximo partido de estas cámaras, debes aprender una serie de técnicas. Particularmente, yo abogo por la sí técnica lomográfica como un medio para la realización de proyectos personales “serios”. Tengo casi 20 años de experiencia en la utilización de estas cámaras y he aprendido a sacarles el máximo partido, eso a pesar de ser unas cámaras baratas y un tanto despreciadas por ser de plástico.
Con mi “Carta de colores LA Katia” demuestro que siempre se puede ir un paso más allá de lo establecido, incluso en el caso de cámaras que son todo un símbolo de libertad y creatividad fotográfica. El punto 10 del Decálogo de la Lomografía establece: No te preocupes por las reglas. Sin embargo, en cierta manera se establece un uso horizontal en las cámaras panorámicas. Con mi trabajo demuestro que se pueden pensar otras fotografías con cámaras panorámicas realizando composiciones verticales. Así, he experimentado con la forma en la que se supone que se deben utilizar estas cámaras y los resultados son sorprendentes.
Aunque utilizo tanto cámaras digitales como analógicas, mis comienzos en la fotografía son analógicos y con una fuerte influencia pictórica por parte de mi padre, que estudió pintura: en mi casa había lienzos, pinceles, pinturas al óleo y libros sobre pintura …
Con respecto al color, definitivamente, creo que la culpa también es de mi padre y de las diapositivas que hacía con su cámara (regalo de bodas). Con esa misma cámara realicé mis primeras diapositivas durante el viaje de fin de curso del instituto, allá por 1992 … y me gustó mucho la experiencia.
En 2003 recibo como regalo de Reyes una cámara analógica Minolta y a partir de ahí comienzo a realizar cursos de fotografía que incluyen el revelado de la película (en B/N) en el cuarto oscuro y el positivado de los negativos en la ampliadora. Sin duda, una de las experiencias más bonitas y mágicas que se pueden vivir.
Precisamente en 2006, en pleno declive de la fotografía analógica, me regalan mi primera cámara lomográfica, la Fisheye One. Me pareció la cámara más increíble que había tenido hasta la fecha.
Con el paso de los años he ido adquiriendo otras cámaras Lomo, como la Diana F+, la Action Sampler, la Sardina, HydroChrome Sutton’s Panoramic Belair, Sprocket Rocket …
Básicamente, he documentado la infancia de mis hijos con la Diana F+ y con la Action Sampler. El resultado son dos fotolibros 100% analógicos: Kids’ Life I: seasons y Kids’ Life II: parks, portraits & halloween.
Pienso sinceramente que con una cámara digital no habría podido alcanzar el nivel de creatividad y de originalidad que he conseguido con mis preciadas cámaras de plástico baratas.
