Perderse para recordar
Por David Airob
La vida cotidiana de El Prat tiene nombre de mujer. Una mujer sabia, fuerte y valiente, en donde sus calles se pintan con las miradas de los que aquí nacieron y los que aquí han encontrado su espacio donde vivir, crecer y amar. Se trata de un bosque sabio que se ha desarrollado tras escuchar muchas clases de literatura y en los patios de las escuelas, en donde la sonrisa de los más pequeños estalla en mil lenguas.
Al mercadillo semanal le llamaron jueves. Mientras los martes, un joven se sienta bajo los pies de un caballo con quien habla; a la vez que los sábados, sirenas y lobos de mar descubren las profundidades remotas del océano. Hay un parque donde habitan hadas, una tierra protegida donde retozan caballos blancos y unos corrales donde los pollos visten zapatos azules. En los campos, un padre transmite a sus hijos el amor por la tierra, mientras un grupo de hombres recogen cientos de flores verdes. En las noches de verano, las estrellas iluminan cines improvisados en la calle, los diablos danzan alrededor del fuego, hay teatro en las azoteas, y una pareja se ama en el interior de un coche ¿será su primera vez?
La fotografía documental ejerce esa función tan necesaria como es el recordar para no olvidar. Para ello invita a perdernos, a caminar, a mirar en silencio y volvernos a perder en busca de aquella fracción de segundo que, como dice mi querido y admirado Joan Guerrero, aúne “alma, corazón y vida”, y con ello sublimar lo cotidiano. Son acertadas las palabras con las que el fotógrafo chileno Sergio Larraín escribió a su sobrino cuando este le expresó su deseo de ser fotógrafo: “(…) es mucho vagabundeo, es estar sentado debajo de un árbol en cualquier parte. Es un andar solo por el universo. Uno nuevamente empieza a mirar, el mundo convencional te pone un biombo y hay que salir de él durante el periodo de fotografía.”
Sirvan así todos los momentos de la vida que componen este libro, enmarcados en un fragmento de luz y tiempo, para recordar y no olvidar este lugar en el mundo. Un lugar donde la gente anónima hizo, hace y hará cosas maravillosas.
El origen del libro:
A finales de 2019 se puso en contacto el ayuntamiento del Prat para ofrecerme llevar a cabo el nuevo libro Institucional de dicha población. Mi propuesta fue documentar el año 2020 y sacar el libro en 2021 pero la pandemia llevó al traste todo y el proyecto se aplazó durante dos años. De hecho se empezó en enero de 2020 y se aplazó en marzo y se retomó el marzo de 2023.
Durante la Covid centré toda mi cobertura en el Prat, trabajo del que surgió la exposición “Hores (tristes) de Prat”, adoptando el nombre del libro pero con el tristes entre paréntesis.
Acerca del Autor:
David Airob (Barcelona 1967) Ha sido fotógrafo del diario “La Vanguardia” desde 1990 hasta 2018. Periódico del que fue Redactor Jefe de la Sección de Fotografía. Desde su incorporación ha cubierto todo tipo de informaciones: Politica, Internacional, Deportes, etc. Paralelamente a su trabajo en dicho rotativo, ha realizado distintos proyectos personales que han sido galardonados en certámenes cómo: World Press Photo, Sony World Photography Awards, Poy Latam, etc. Premio “Agustí Centelles” de fotoperiodismo, ha publicado en revistas internacionales cómo: TIME, Paris-Match, Der Spiegel, A-Magasinet, etc.
En 2013 inicia su etapa como videógrafo codirigiendo el corto “Calcio Storico” por el que recibe un premio World Press Photo y POY Latam en la categoría de “Multimedia” así cómo “Best Documentary” en el certamen “Barcelona Sports Film Festival”. En 2014 estrena su primer largo “La Caja de Cerillas”, documental basado en la experiencia personal y profesional del fotoperiodista español Joan Guerrero. Actualmente combina su trabajo de fotógrafo y videógrafo freelance en diferentes proyectos periodísticos.
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