Estela de Castro: “Todas las personas me parecen interesantes”
No busca el alma de nadie, pero se adentra en ellas como ninguna. Esta reconocida fotógrafa madrileña es un referente en el arte del retrato. Colaboradora desde hace 5 años de FUJIFILM, con su cámara promueve su lucha pro animal y el respeto de los derechos humanos.
Claudio Soto Coronado
Desde España, para CAPTION Magazine
Con tres gatos y tres perros a su cuidado, Estela de Castro devela en esta entrevista que una fotografía puede tomar distintos rumbos. Con 30 años de oficio a cuestas, cada uno de sus proyectos nos recuerda que la violencia, pero que también, la acogida y la esperanza son posibles en un mundo difícil, duro y complejo. Le molesta la mentira y la falta de compromiso. Avala, sin embargo, la creación y la búsqueda de lo humano en el más amplio sentido de la palabra.
– Estela, te defines como una fotógrafa experta en retratos ¿Por qué elegiste este camino?
A mi padre le gustaba mucho la fotografía, y nos retrataba a mi, a mi hermana y a mi madre. Yo entendía que la fotografía era retratar a las personas que comparten tu vida. Así, con 12 años empecé jugando con una amiga con una cámara compacta roja, y lo primero que hice fue una fotografía de lo que estaba a mi alrededor. A mi familia, a mi perro, a mi gato. Yo entendía que eso era la fotografía. No existía para mí otra forma de utilizar esta herramienta. El retrato es mi forma natural de acercarme a ella.
-¿Qué es lo que más te llama la atención de un rostro? ¿Lo que proyecta, su alegría, su esperanza, su tristeza o algo para todos desapercibido hasta aquí?
No necesito nada, ni tampoco conocer a nadie en concreto. Para mi, si tu colocas a una persona bien, la diriges, la iluminas puede ser muy interesante. Fotografío todo tipo de personas, y todos me parecen interesantes. Finalmente, me di cuenta que no buscaba sacarle el alma a nadie, sino que cada fotografía era mi forma de mirar, mi forma de componer. Incluso, con la altura en que yo pongo la cámara puedo cambiar la personalidad de una persona. Si la pongo más arriba, la hago más vulnerable; y si la miro de más abajo, la hago más empoderada. Entonces, depende de cómo lo hagas.
-En tu biografía cuentas que te has especializado de grandes profesionales como Javier Vallhonrat, Óscar Molina, Eduardo Momeñe, Valentín Vallhonrat, Manuel Outumuro o Sofía Moro ¿Qué huellas han dejado en ti como persona y como fotógrafa en crecimiento?
Son muy importantes en mi vida. Son amigos, son personas con las que comparto, son personas que admiro, con las que he aprendido. Cada uno ha sido una pieza en el puzzle.
-¿Crees que de verdad existe una enfermedad llamada “zoocosis”? Uno de tus trabajos más relevantes ha sido el encierro de animales…
Es un proyecto que deriva del proyecto “Capital Animal” (2016) -impulsado por el gestor cultural Rafael Doctor- que se dividía en varias partes y que involucró a un centenar de artistas. En mi caso tocó el de la denuncia, y así me fui al zoológico. La excusa de encerrar animales para conservar es una mentira. Los zoológicos son simplemente un negocio en donde no se conserva la especie. Quería denunciar esto. Finalmente, terminé un proyecto de tres años en el zoológico de Madrid. La zoocosis es una conducta que desarrollan los animales encerrados. No soporto que se les mienta a los niños. Estos animales transmiten una tristeza infinita. Hay animales encerrados en los sótanos, sin luz, que nos son atractivos para la gente. Lo pasé muy mal durante estos tres años.
-Otra de tus miradas relevantes son los derechos humanos ¿Crees que hoy estamos ante una violación sistemática de éstos a nivel global?
Claro. La cultura europea, norteamericana y las fronteras violan los derechos humanos constantemente. Todas las personas que vienen de una guerra, por ejemplo, como la de Ucrania, deben ser acogidos, tener asilo. Polonia acogió a miles de personas, todos rubios y de tez clara, pero a ningún Sirio. Esto es globalizado.
-En 2019 recibiste el encargo de retratar a SS.MM los Reyes, a la Princesa de Asturias y a la Infanta Sofía. Han pasado casi 6 años de aquello ¿Qué te dejó ese trabajo en lo más íntimo?
Un día me llamaron por teléfono de la Casa Real, señalándome que los Reyes necesitaban su retrato oficial, y sus hijas también. En lo personal me aportó mucho porque fueron meses aprendiendo a trabajar en equipo, con fotógrafos que son amigos míos, pero que no son voluntarios, y que solo lo fueron conmigo. Hicimos muchas pruebas, localizaciones. Yo siempre improviso un montón, y esto para mi fue algo nuevo. Si conseguí resolver eso, con una amplia exposición pública, siento que puedo resolver cualquier trabajo. Me di cuenta que trabajando en equipo puedes enfrentarte a cualquier encargo.
-¿Y no quisiste seguir en esa línea; o bien, has pensado por ejemplo, perseverar en el área de la política?
Hay políticos que me llamaron después de los Reyes para retratarlos. Eso es algo que no está en mi web, ni en mis redes. Nunca sé cómo encajarlo con mi trabajo. Pero, esa fotografía institucional está en mis dossiers.
-También, te has dedicado a la docencia ¿Qué intentas transmitir en las aulas?
Llevo 10 años dando clases y he dado muchos talleres, pero he tratado de bajar esto porque es muy cansador. Mis talleres son de retrato en donde cuento mi teoría y mi experiencia de 30 años, de manera progresiva, con errores y aciertos. Es decir, mi proceso. Después viene una parte práctica para que los alumnos puedan crear.
-Tu último trabajo es “Retrato de Familia” en el que abordas el concepto de “familias multiespecie”. A la luz de la baja de la natalidad actual, por ejemplo, ¿crees que es una nueva forma de familia en curso?
A mi me lo parece. Yo vivo con seis animales y no con personas. He hecho 62 retratos de familias, casi todas de mi entorno. No he tenido que buscar ni volverme loca. Muchos son de santuarios, de protectoras de animales. A mi alrededor hay muchas familias multiespecie. Preferimos tener animales en vez de hijos.
-¿Y cómo llegaste a trabajar con FUJIFILM, ya que eres una reconocida colaboradora?
Trabajo con ellos y para ellos. Utilizo las FUJIFILM GFX 50S y 100S. Nunca trabajo con angulares porque no me gusta. FUJIFILM confió en mí, en 15 proyectos para refugiados, que desarrollé por ejemplo, en países como Siria,Ghana, Turquía, y Serbia. Les dije que quería ir a territorios con gente en conflicto y llevarles cámaras desechables para que contaran un día de su vida. Me dieron un montón de material, me revelaron todas las cámaras y me produjeron una exposición. Nunca habían hecho eso con nadie. Se involucraron con el proyecto. Hasta ahí yo no trabajaba con FUJIFILM, sino que con otras marcas. Pero, cuando me llamaron de la Casa Real, quise trabajar con sus equipos, porque confiaron en mí cuando nadie lo hizo. Quise que se llevaran esa publicidad. Allí se afianza más esa relación (CM).
Estela de Castro estará en FUJIKINA Barcelona los días 16 y 17 de Noviembre 2024.