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Dunas de Namibia
Por Kourosh Keynejad
A veces olvidamos que la naturaleza es la fuente última de energía que nos rodea, y basta pasar poco tiempo en el desierto para recordárnoslo.
Puede parecer una tierra desnuda, llena de polvo y aire. Sin embargo, cuanto más tiempo pasas en su quietud, más movimiento empiezas a ver. Movimiento de luz y aire. Detalles sutiles en el soplar del viento y las nuevas formas que deja a su paso. Territorios esculpidos de indescriptible color y belleza. El movimiento de la luna y sus fases, la colocación del sol en el cielo. Ralentizar el tiempo e intentar seguirlo en su forma natural.
Que espectáculos tan curiosos monta la tierra, con nosotros como teatro. Ser testigos de las dramáticas líneas, tonalidades y sombras que crean nuestra percepción de estos grandes lugares. Materiales terrestres esculpidos por el viento y el agua, siempre en estado de azar. Los sedimentos y minerales tienen colores profundos que a nuestra imaginación le costaría crear. Las sutilezas del movimiento en el desierto te hacen más consciente de ti mismo y de la vida que existe a tu alrededor, agudizando nuestro sentido del ser. La lentitud y la esencia tranquila del desierto son tan puras y, en cierto modo, relajantes, que hacen sonar una campana familiar de las rutas beduinas que nuestro ADN conoció una vez. El desierto nos permite estar en contacto con una parte más profunda y tranquila de nosotros mismos.
El desierto de Namibia ofrece cada día una de las luces más espectaculares de la tierra. Este lugar alberga algunas de las dunas de arena más grandes del mundo, únicas por su arena anaranjada. Al amanecer y al atardecer, el enorme tamaño de las dunas proyecta enormes sombras a un lado de cada una de ellas, dejando a los fotógrafos un campo de juego infinito para capturar un paisaje en constante cambio. El incesante movimiento del viento da forma y reforma la textura de las dunas, que parecen no haber sido tocadas nunca. Desde la cima o la base de una de estas dunas, el tamaño es asombroso. Desierto inmenso en todas direcciones, es difícil imaginar que esto fuera el fondo del océano hace muchos años.
No es difícil sentirse humilde ante el desierto e infinitamente inspirado por su belleza.
Acerca del autor:
Kourosh Keynejad es un fotógrafo nacido en Gran Bretaña que vive en Los Ángeles, California. Se autodefine como explorador, ambientalista antropólogo y artista.
El profundo deseo de Kourosh de ver la belleza de este planeta y experimentar sus culturas lo llevó a años de viajes aventureros en solitario a muchos de los rincones más lejanos del mundo. Esto finalmente lo llevó a su pasión de por vida y a su carrera profesional como fotógrafo.
Comenzó a fotografiar en su adolescencia con una cámara regalo de su madre. Esta cámara fue su herramienta por los siguientes diez años, pero sólo como pasatiempo. Luego, una carrera en asuntos internacionales y servicios financieros le permitió iniciar sus primeros viajes y fotografiar en distintas locaciones. Esto más tarde se convertiría en un apetito voraz por los viajes globales.
En su sitio web destaca, “Como ciudadano global, captura las vistas más magníficas del mundo y nos las ofrece de una manera que nos hace sentir una chispa: los momentos que conectan a todos los seres humanos entre sí y con el mundo natural. Su talento es su ojo, para estos momentos y para los temas que retrata; Con su enfoque íntimo en sus sujetos, nosotros, como espectadores, podemos sumergirnos en la pasión que subyace a cada imagen.
Las pasiones que impulsan a Kourosh son la conservación del medio ambiente, la conciencia cultural, la diversidad humana y nuestra interconexión. Juega con la luz y el color para crear imágenes evocadoras y abrasadoras que impregnan el alma del espectador y resuenan profundamente con los temas y mensajes que impulsan su trabajo. Este es su arte. Al transportarnos a los rincones vírgenes de nuestro planeta, la fotografía de Kourosh inspira de manera única a su audiencia mostrándonos un mundo que creemos haber visto antes, pero que nunca hemos notado realmente.”
Keynejad ha expuesto su trabajo en asociación con The Art Plug de Marcel Katz en Art Palm Beach, Estados Unidos. Su trabajo con la vida silvestre suele estar ligada a una preocupación por la preservación.
Kourosh es Patrocinador oficial de la marca de relojes suizos Zenith. La casa relojera ha lanzado una edición especial, el reloj Defy Extreme Desert, en titanio, inspirado en entornos extremo y que según el material publicitario se inspira en el vasto e indómito entorno desértico.
Enlaces:
instagram.com/kourosh_keynejad/
