My Morocco
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Javier Oliva García
Todo empezó hace ya unos años, cuando descubrí los trabajos que dos grandes maestros, Harry Gruyaert y Bruno Barbey, hicieron de Marruecos. Me cautivó la elegancia y la fuerza con la que jugaron con el color, las luces y las sombras, para crear escenas donde el instante más cotidiano adquiría una atmósfera única. Por tanto, no me quedó más remedio que viajar al país vecino donde se compusieron esas mágicas imágenes.
Ya en mi primer viaje me enamoré de este país, que de alguna manera conocía a través de la mirada de estos dos maestros. Después vinieron más viajes, dándome la oportunidad de arañar, en cada ocasión, las imágenes que han ido conformando este trabajo.
Marruecos es un país que me resulta tan cercano, que me siento como en casa, no sé muy bien si por las similitudes que tiene con el sur de España, por la luz, por los colores, o por las raíces culturales, y seguramente sea por todo ese conjunto de cosas las que hacen que desee volver una y otra vez.
Recorrer sus Medinas, siempre estrechas, caóticas y concurridas durante el día, hace que imagine cómo sería la vida en la Edad Media y esto, no sólo me proporciona escenas interesantes, sino que también se crea una atmósfera muy especial, convirtiéndolo en un enorme set fotográfico.
Marruecos es luces, sombras, texturas, colores, olores, todo ello entremezclado con el bullicioso ir y venir de sus gentes, los comercios, sus estrechas calles y un largo etcétera, lo que ofrece una experiencia intensa y de contrastes que intento reflejar en mis fotografías.
Fotografiar Marruecos no es fácil, requiere de un aprendizaje. Hay que ser un maestro en el arte de la discreción, del paso tranquilo y del ojo atento, como dice Barbey. Se necesita de un tiempo para hacernos al juego del carácter alauí, muy celoso de su privacidad y tradición cultural, y así es como, con paciencia y entrenamiento, aprendes a fotografiar acercándote a la gente, aunque nunca puedas pasar desapercibido.
Con este proyecto pretendo reflejar alguna esencia de la huella que este enigmático país deja en mí, e intento mostrar una visión subjetiva y una idea estética y narrativa de la realidad que veo de un lugar que se debate entre su modernización y el arraigo a la tradición. Imágenes que tienen un carácter entre fotografía documental y fotografía de calle, donde trato de aprovechar el uso del color y la luz, para elaborar un conjunto de bocetos de la vida cotidiana marroquí .
He procurado no ceder ante lo pintoresco o lo exótico, sin saber si lo habré conseguido, consciente de lo fácil que es cruzar esa delgada línea.
Tomo el título prestado del trabajo de Bruno Barbey “ MY MOROCCO” dado que fue fuente de inspiración y guía del mío.
Este trabajo, todavía inconcluso, se ha realizado durante los últimos cinco años, principalmente en las ciudades de Marrakech, Fez, Erfoud, Ouarzazate, Asilah y Essaouira, además de otras tantas pequeñas poblaciones y espero volver sucesivas veces en los próximos años para terminar de darle forma y sentido.
Biografía:
Javier Oliva fue en los años ochenta un joven español apasionado de la fotografía junto a su inseparable Olympus OM-2 y armando su propio cuarto oscuro de revelado en blanco y negro en casa. Abandonó su afición por unos años para volver con más fuerza que nunca al adquirir una digital compacta a principios del 2000, formándose además en distintas escuelas y cursando cuatro años Fotografía de Paisaje y Documental en PIC.A Escuela Internacional Alcobendas PhotoEspaña. Actualmente es Embajador de la marca Ricoh.
Equipo Fotográfico:
– Cámara: Canon 60D y 6D, Fuji X-Pro1, Ricoh GRII y GRIII
– Objetivos: Canon 35mm y 40mm, Fujinon 23mm
Sitios Web:
javierolivagarcia.com
https://www.instagram.com/_oliva_javier_/