Nevada Wier
Junto con documentar los lugares y las culturas más remotas del mundo, Nevada Wier ha perfeccionado distintas técnicas fotográficas, como el uso de flash en fotografía de viajes, sobre las que dicta seminarios y talleres. En esta ocasión Nevada nos introduce en el mundo invisible, la fotografía del espectro infrarrojo.
En fotografía no se trata sólo de ver algo interesante y apretar el obturador; significa interpretar un tema interesante de una manera nueva y estimulante. En estos días hay tantas formas innovadoras de fotografiar… la gente está utilizando una amplia gama de herramientas fotográficas: cámaras de teléfono, cámaras de juguete, drones, escáneres, cámaras sin espejo, cámaras con vista de 8 x 10 y más. Se trata de ver con frescura, con los ojos bien abiertos. ¡Hay tantas posibilidades para desafiar la creatividad y la visión propia! Y eso es lo que me hizo empezar a pensar en la fotografía infrarroja.
Nuestra familiaridad visual se limita a los colores de la luz visible. Más allá de lo que nuestros ojos pueden ver está el mundo iridiscente del espectro infrarrojo (IR). En la década de 1930, Kodak desarrolló emulsiones sensibles a la luz infrarroja cercana. La película infrarroja en blanco y negro fue la elección popular. Desafortunadamente, durante mis días en el cuarto oscuro no estaba al tanto de la película IR negativa. Utilicé por primera vez la película de diapositivas Kodak Ektachrome Infrared 200 en 1997; tenía colores extravagantes y un contraste profundo y era muy sensible a la luz. Si abría su recipiente sin las precauciones adecuadas la película se arruinaba. Empecé a trabajar con cámaras digitales en 1991, pero no me volví 100% digital hasta 2004.
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