Por Martin Parr
En el Reino Unido, uno nunca se halla a más de cien kilómetros de distancia de la costa. Con todo este litoral, no resulta sorprendente que exista una fuerte tradición británica de fotografía de playa. Es posible que los fotógrafos estadounidenses hayan dado a luz a la fotografía urbana, pero en el Reino Unido tenemos la playa. Tal vez es una respuesta natural. En la playa, las personas pueden relajarse, ser ellas mismas y mostrar esos comportamientos ligeramente excéntricos típicos de los británicos.
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He fotografiado la playa durante muchas décadas, he documentado todos los aspectos de esta tradición, incluyendo primeros planos de bañistas, nadadores traviesos y almuerzos eternos sobre la arena. Empecé a fotografiar este tema en la década de 1970 y publiqué The Last Resort, un libro que muestra la costa de New Brighton, cerca de Liverpool, en 1986. Esto me llevó a fotografiar playas de todo el mundo, incluyendo aquellas de Argentina, Brasil, China, España, Estados Unidos, Italia, Japón, Letonia, México, Tailandia y, por supuesto, el Reino Unido.
Una actividad que tiene lugar en todas estas playas es la venta de productos, ya que ese entorno es un lugar privilegiado para vender o adquirir casi cualquier cosa, desde un helado en Brighton, un servicio de limpieza de oídos en Goa (India), pescado a la plancha en Chile, o pasta en China. Uno puede conocer mucho de un país si observa sus playas: en todas las culturas, la playa es aquel espacio público raro en el que se producen todos los comportamientos absurdos y extravagantes de una nación.
Acerca del Autor:
Martin Parr es un fotógrafo británico miembro de la Agencia Magnum desde 1994, reconocido internacionalmente por su particular acercamiento a la fotografía de documentación social. Su obra se caracteriza por el sentido del humor y la ironía de su mirada sobre el estilo de vida de la gente común en Gran Bretaña. Ha sido galardonado con los premios Erich Salomon (2006) y PHotoEspaña (2008).
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